Fibra Dietética
La fibra dietética es un conjunto de componentes que sólo se encuentra en los Alimentos de origen vegetal, como los cereales, frutas, verduras y legumbres, que no puede ser digerida por el organismo humano. Esto no quiere decir que la fibra pase intacta a través del aparato digestivo, ya que aunque nosotros no podemos digerirla directamente, nuestro intestino cuenta con la ayuda de la flora bacteriana que fermentan la fibra y la descompone en diversos elementos: gases (hidrógeno, dióxido de carbono y metano) y ácidos grasos de cadena corta (acetato, propionato y butirato) que sí ejercen una función importante en nuestro organismo.
La fibra dietética fue desechada
durante muchos años por los especialistas en nutrición humana. Sin embargo, en
las últimas dos décadas se ha producido una sorprendente apreciación de la
importancia de la fibra dietética para la salud.
Los diversos tipos de fibra dietetica se pueden dividir en dos grandes grupos: los que son
insolubles y los que son solubles en agua, formando geles viscosos. La dieta
media en los países desarrollados proporciona entre 11y 12 gramos de fibra dietetica por
día, la mitad de lo cual procede de fuentes vegetales y el 40% de los cereales.
Entre el 40 y 50% del consumo total es fibra soluble. El mayor consumo de fibra dietetica tiene muchos efectos beneficiosos; la
cantidad deseable es unos 18 gramos por día.
El volumen incrementado de los alimentos ricos en fibra les da mayor capacidad
para saciar (es decir, hacen que la persona se sienta 'llena'), lo que es
beneficioso para prevenir la obesidad. Y lo que es más importante aún: una dieta
pobre en fibra es causa de estreñimiento y compresión en el tracto intestinal.
Esto se ha relacionado con el desarrollo de la enfermedad diverticular del
colon, hernia de hiato, hemorroides y venas varicosas. Todas estas dolencias son
más comunes en personas que ingieren poco Fibra. Las dietas ricas en fibra son preventivas.
Estas dietas también reducen el colesterol y el riesgo de enfermedades
cardiacas. Las sales biliares se forman en el hígado a partir del colesterol. Se
segregan unos 30 gramos al día en la bilis. La mayor parte de estas sales son
reabsorbida y recicladas. La fibra arrastra una porción de estas sales (y del
mismo colesterol, que también se segrega en la bilis) para ser excretada a
través de las heces en lugar de ser reabsorbida, haciendo que se utilice más
colesterol para sintetizar las sales de la bilis.
El mismo efecto reduce también el riesgo de formación de cálculos biliares, ya
que una dieta rica en fibra da como resultado más sales biliares y menos
colesterol presente en la bilis. Es la insolubilidad del colesterol cuando se
encuentra en altas concentraciones en la bilis, lo que ocasiona la formación de
cálculos biliares.
Las sales biliares también se han relacionado con el desarrollo del cáncer de
intestino grueso. Si se mezclan con la fibra dietética en lugar de encontrarse
en solución libre, no pueden afectar a la pared intestinal para fomentar el
desarrollo de tumores.
La fibra dietética tiene otros dos efectos importantes en la reducción del
riesgo de cáncer. Todas las dietas contienen un cierto número de compuestos
potencialmente carcinogénicos (causantes del cáncer) que al mezclarse con la
fibra ya no pueden ser reabsorbidos en el cuerpo, y por tanto no pueden afectar
a las células intestinales. Además, las bacterias del intestino fermentan una
parte de la fibra dietética y parte de los productos de este metabolismo
bacteriano (en especial el ácido butírico) tienen una acción antiproliferativa,
es decir, ayudan a evitar que se multipliquen las células, por lo que
proporcionan mayor protección frente al desarrollo del cáncer de intestino.